miércoles, 29 de mayo de 2013


NO PUEDO YA


Penando estoy aquí, con pocos lloro,
arreglando palabras donde haría
anoche un viento fuerte y me latía
la espesa fuerza lenta de algún toro.

Figurando palabras, soñar de oro,
creyendo que por amor comprendería
alguien mi vida, sí, hoy ya más fría,
herida tras herida por los poros.

Y mi estado así, torpe sorbo de hueso
negro, que acabará con mi insistencia
de luchar; pues, no puedo, no,  no puedo.

¿Y a qué suprema soledad confeso
seré  - !oh tanto dolor! - de mi existencia
que el final pido por no ver el miedo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario