miércoles, 31 de julio de 2013

¡DÉJENLE EN PAZ!


Déjenle en paz al llanto endurecido,
déjenle en paz, ¡oh!, en su total desierto,
porque -decid- a quién estorba un muerto
de ansias arrinconadas con olvido.

Fiero valor que el Sino ya ha podido
ganar en tanto sufrimiento abierto;
pero, con eso, a quién estorba un muerto
de guía celestial empobrecido.

Déjenle, en el caer del sueño alado,
déjenle, a cenizal mal enterrado
como lo entierra un día alguna suerte.

Déjenle, y en su banal o agrio veneno
esté, como un dolor clavado al cieno,
mirando en la esperanza de su muerte.

viernes, 26 de julio de 2013

¿POR QUÉ?


( A las víctimas del odio )


La guerra lleva mucho frío
- y ¿por qué? -,
caminos sin tierra, sólo inviernos
ávidos en la carne ajada.

Frío sin más, imposible
amor
para el miedo,
perdido azul sin esperanza,
caer de flores, ¡oh sí!,
¿por qué?

Atroz su escarnio, silencios
negros que se cruzan con desorbitados llantos,
¿por qué?,
pozos al olvido más cruel,
abandono sin descanso,
monstruosidad, más que salvaje,
amok,
DOLOR, ciego dolor
que ni siquiera nada sabe,
impropiedad de semántica también,
infierno o acritud,
salto de mal;
niños que se enferman de no ser luces,
limpias verdades,
sonrisas
al cielo, ¿por qué?

Es la guerra que... descarna,
estruja concéntrica
al avaro sinsentir
pacífica alma, Dios,

y ¿por qué?     

jueves, 25 de julio de 2013


TE SOÑARÍA


          A Julia de Burgos


Por un beso de pan te soñaría
dentro del corazón en lo llorado,
como un náufrago al mar desventurado,
como un amor al desamor del día.

Como un asesinato a rabia fría
tras tanto madrugar malhumorado,
a aliento delator y huracanado
enarbolándote  la poesía.

Como un celo de luz y su consejo
dejando el cielo azul en tu desnudo
y ya, de enamorado, dejo a dejo.

Así, soñando; Julia, no lo dudo
por entenderte, en tanto que es cortejo,
¡un hombre fue su sueño y lo que pudo!

viernes, 5 de julio de 2013

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PÁJAROS DE LA PRIMAVERA




Como pasan los días
lo que más sé es que pasan,
que transcurre lo que ayer escribí a lo que hoy escribo
con prontos de ilusión, con ráfagas de inocente mirada,
con trozos de... súplica.

¡Luz!
¡Qué luz pasando
mi sentimiento!;
la desnudez secreta de las manos
no coge el aliento firme
de mi amor, ¡qué más quisiera!

¡Fe!, ¡llama!, ¡quimera!
Y pasan las calimas inabordables del estío,
las hojas serias del otoño
y los pájaros de la primavera;
pasan como un asombrar de dominio infausto.

Raíz, madre,
¿qué apenas puedo marcar con mi corazón?,
¿qué apenas puedo ayudar
a ver
mi nitidez,
amparos de mi recuerdo,
la sonrisa solaz de mis aledaños?