PÁJAROS DE LA
PRIMAVERA
Como pasan los días
lo que más sé es
que pasan,
que transcurre lo
que ayer escribí a lo que hoy escribo
con prontos de
ilusión, con ráfagas de inocente mirada,
con trozos de...
súplica.
¡Luz!
¡Qué luz pasando
mi sentimiento!;
la desnudez –
secreta –
de las manos
no coge el aliento
firme
de mi amor, ¡qué
más quisiera!
¡Fe!, ¡llama!,
¡quimera!
Y pasan las calimas
inabordables del estío,
las hojas –
serias–
del otoño
y los pájaros de la
primavera;
pasan como un
asombrar de dominio infausto.
Raíz, madre,
¿qué apenas puedo
marcar con mi corazón?,
¿qué apenas puedo
ayudar
a ver
mi nitidez,
amparos de mi
recuerdo,
la sonrisa solaz de
mis aledaños?
No hay comentarios:
Publicar un comentario